viernes, 8 de julio de 2011

VALORA LOS RECURSOS DE QUE DISPONES



A veces no le das el valor que realmente a lo que posees ya sean cualidades como cosas, y el pasto del vecino parece más verde que el tuyo, pero… ¿realmente lo es?

Antes que nada quiero platicarte una historia que se llama “Acres de Diamantes”. Es una historia verdadera sobre un granjero en África. (Nota: los acres son la unidad de superficie que usan los anglos, tal y como acá usamos las hectáreas).

Este granjero durante mucho tiempo escuchó narraciones sobre otros granjeros que se iban a buscar minas de diamantes y se habían hecho millonarios.

Decidido a seguir ese camino, puso a la venta su granja, y la vendió a un bajo precio. Con el dinero, recorrió varios lugares del continente africano, buscando diamantes. Pasó mucho tiempo en ello, pero nunca encontró la mina que supuestamente lo iba a hacer rico. Después de varios años, cansado, desilusionado y sin dinero alguno, al atravesar un rio simplemente se dejo vencer por la corriente y morir.

Mientras tanto, la persona que le había comprado su pequeña granja, un día, atravesando el riachuelo que estaba dentro de la propiedad, notó una piedra de regular tamaño que estaba en el fondo y que brillaba con tonalidades rojas y azules.

La tomó y la llevó a su casa, donde la puso en la sala como adorno. Después de algunas semanas, recibió la visita de un amigo, quien tomó la piedra en sus manos, la examinó con cuidado y casi se desmaya de la impresión: ¡se trataba de uno de los diamantes en bruto más grandes que hubiera visto!

El granjero no podía creerlo y le dijo que había muchas más piedras de ese tipo en su propiedad (aunque él se había traído a su casa la más grande de las que había).

Efectivamente: La propiedad que el primer granjero había vendido, para irse a seguir el sueño de encontrar una mina de diamantes, resultó ser una de las minas más grandes y productivas de todo el continente africano.

El primer granjero había sido dueño, sin saberlo, de acres y acres de diamantes… pero los había vendido, prácticamente por nada, para irse a buscarlos a otro lado.

La enseñanza que podemos sacar de esta historia es que si el primer granjero primero hubiera estudiado y se hubiera preparado para conocer como lucen los diamantes en bruto en su estado natural, entonces sus probabilidades de descubrir los diamantes en su propiedad se hubieran elevado muchísimo.

De igual manera, si tú ahorita te tomas el tiempo de explorar atentamente tu campo de trabajo y también te analizas a ti mismo (tus conocimientos y tus carencias, tus habilidades y tus “limitaciones”) entonces muy posiblemente puedas identificar los “diamantes en bruto” que te rodean, esperando a que los descubras, los levantes del suelo y los pulas para que brillen.

Antes de irte a buscar pastos más verdes, primero revisa los tuyos. A lo mejor lo que andas buscando en otros lugares ya lo tienes y no te has dado cuenta porque aun no estás capacitado para descubrirlo.
Consejos para seguir adelante: Fórmula para ayudarte a identificar posibles “diamantes en bruto” a tu alrededor

Estos pasos que escribo a continuación te servirán para ayudar a que identifiques las oportunidades para seguir adelante y superarte emocional y económicamente que con toda seguridad ya se encuentran a tu alrededor, pero que no alcanzas a percibir.

Hazte las siguientes preguntas y trata de responderlas lo más acertada y honestamente que puedas:

* ¿Qué tan bueno soy en lo que hago actualmente?
* ¿Me considero con la calidad y el nivel para competir en cualquier lugar del país, contra quien sea?
* ¿Conozco todo lo que hay que conocer sobre mi profesión o campo de acción?
* ¿Cómo puedo darles a mis clientes algo extra que nadie más les dé?
* De seguro hay diamantes en bruto a mi alrededor. ¿Cómo puedo encontrarlos? ¿He examinado todas las facetas de mi negocio para identificar nuevas oportunidades de incrementarlo?
* Todo (sobre todo en estos tiempos) se encuentra en un estado permanente de cambio y evolución… ¿Cómo se hará mi trabajo el año que viene? ¿Y dentro de 20 años? ¿Qué pasos puedo dar hoy mismo para anticiparme a ese futuro?

Si de vez en cuando sientes ganas de correr y alejarte de tus problemas, eso es normal, no tiene nada de raro. A todos nos pasa de vez en cuando.

Pero en verdad que es mejor si en lugar de efectivamente huir, mejor sigues adelante con lo que ya tienes y te pones a pensar y analizar para afrontar tus dificultades sistemáticamente y con ingenio.

No vaya a ser que huyas, y venga otra persona a descubrir y disfrutar los diamantes que tú no supiste encontrar a tu alrededor.

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